BBC
9 febrero
2017
Cuando se trata de controlar nuestro peso normalmente ponemos
nuestra atención en las dietas y el ejercicio. Pero numerosos estudios
científicos sugieren que si queremos mantener las calorías a raya deberíamos
también prestarle atención a cuánto dormimos.
Una
investigación reciente de la universidad King's College de Londres revisó
decenas de estudios pequeños sobre la relación entre el buen dormir y el
apetito.
Sus
conclusiones son que, si bien a no todo el mundo le afecta de la misma manera,
en promedio dormir menos de siete horas por la noche lleva a la gente a comer
significativamente más.
El
programa de la BBC Trust me, I'm a doctor (Confía en mí, soy médico), hizo un
pequeño experimento con cuatro personas para poner a prueba esa teoría.
Y
comprobó que los 3 voluntarios que pasaron una noche de grandes interrupciones
del sueño, cortesía de una muñeca-bebé preprogramada para llorar regularmente,
comieron más de lo habitual en el desayuno y/o escogieron alimentos menos
saludables.
Por el
contrario, el afortunado voluntario que durmió bien, comió su almuerzo
habitual.
¿Por
qué?
Según
los investigadores esto se debe a que una noche de sueño interrumpido afecta a
dos hormonas clave relacionadas con el hambre.
Por un
lado, genera un aumento de la hormona llamada ghrelina, que estimula ciertas
neuronas hipotalámicas provocando un aumento del apetito.
Por
otro, suprime una hormona llamada leptina, que normalmente emite una señal que
le informa al hipotálamo que el cuerpo tiene ya bastantes reservas y debe
inhibir el apetito, es decir, que estamos saciados.
Además,
algunos estudios sugieren que cuando estamos expuestos a la comida en un estado
de privación de sueño hay una mayor activación en zonas del cerebro asociadas
con la recompensa.
Esto
puede hacer que escojamos comidas con un mayor contenido de azúcar y grasa,
frente a otras opciones más saludables.
Todos
estos factores ayudan a explicar por qué a largo plazo hay una conexión fuerte
entre el mal dormir, el aumento de peso y otros problemas de salud como la
diabetes de tipo 2.
Así
que, la recomendación de los médicos del programa de la BBC es que si tienes
problemas para mantener tu peso controlado o para resistir la llamada de la
comida menos saludable, consideres aumentar tus horas de sueño.
Puede
ser una forma fácil, barata y placentera de marcar una diferencia.